Las autoridades de Corea del Norte aún no han confirmado ningún caso de infección debido al coronavirus, sin embargo, el pasado 7 de febrero 5 personas murieron de manera repentina debido a fiebres altas en un hospital de Sinuiju . Aunque desde la capital del país se ha negado que las muertes se deban al coronavirus, la cercanía de Sinuiju con China ha hecho sonar todas las alarmas. El ministerio norcoreano de salud pública ha anunciado que aquellos que se sospeche que pueda estar infectados serán puestos en cuarentena y se les aplicarán los tratamientos necesarios.

El impacto de que hubiera gente infectada con el coronavirus en Corea del Norte podría ser catastrófico ya que el país apenas tiene instalaciones médicas o acceso a medicamentos. Esto es una de las razones por las que el cólera y el Síndrome respiratorio agudo grave son causantes de tantas muertes de niños en el país.

“Yo fui uno de esos niños infectados con el cólera. Sin comida ni acceso a medicinas solo nos quedaba esperar a la muerte” comenta Timothy Cho, un refugiado cristiano del país norcoreano.

Un antiguo diplomático de Corea del Norte corrobora la información: “Incluso las clases dirigentes del país tienen que racionar el paracetamol o el ibuprofeno cuando una infección contagiosa estalla”. 

Si este es el caso de las élites, las personas corrientes enfermas tienen pocas oportunidades para ser atendidas de forma efectiva. Las clases más pobres, entre ellas los cristianos que ya de por sí se encuentran en una situación vulnerable, podrían sufrir aún más si el coronavirus llega a extenderse en el país. Oremos por su situación y por sus vidas.

Fuente: www.puertasabiertas.org.