• 10 de Julio, 2018

RETIRO DE DAMAS EN ZONA 3 DE ESPAÑA

En la Comunidad autónoma de Castellón de la plana, nuestras hermanas damas, se reunieron para dar culto especial al Señor de Señores y rey de reyes.

El primer día, Dios dio un mensaje a la Sierva Sandra Vizcaino, con el tema: “Un corazón confiado en las manos de Dios, San Juan 11:17-37.

Se basó en estas dos mujeres:  Marta y María. La primera con un carácter controlador (San Lucas 10:40), que le gustaba dar órdenes a los demás y que al acercarse al Señor le faltaba prudencia pues no se humillaba a sí misma. Por otra parte, María prefería permanecer en silencio a los pies del Maestro (San Lucas 10:39-42) y cuando se acercaba al Señor lo hacía con disposición y humildad. Nuestro Señor Jesucristo trató con la vida de ambas, pues la muerte de Lázaro sirvió para que Él se glorificarse en sus vidas y así fortalecer su fe. Asimismo, nosotros solo debemos creer y esperar en las promesas de Dios, las cuales se cumplirán aunque Él tenga que pasarnos por el fuego para prepararnos y purificarnos.

 

La segunda predicación, lo llevó la Pastora Marbelis de Medina, la cual se desarrolló en cuatro puntos.

En primer lugar, el corazón es como un árbol (Sn Mateo 7:16-19) de éste depende si alguien da buenos o malos frutos. De esta manera se nos advierte que, si como cristianos no damos fruto, es porque nuestro corazón está afectado.

En segundo lugar, para dar buenos frutos debemos guardar la Palabra en nuestro corazón, ya que éstas son vida y salud. (Prov. 4:20-21)

El tercer punto trataba sobre nuestro servicio y amor a Dios, el cual tiene que nacer del corazón, porque Jesucristo posee el primer lugar en él. (Sn Mateo 22:35-39

En cuarto lugar, Dios trata el pecado como tema del corazón (Sn Mateo 5:27-28). Para restaurar la comunión con el Señor dañada por nuestro pecado es necesario el arrepentimiento (Salmos 51, Jeremías 29:13).

 

Al último día, Dios usó a la Pastora Silvia Grguric.

Fuimos rescatados por Jesús, por ello estamos en la obligación de darle el primer lugar a Él en nuestros corazones. Él busca personas que prediquen su Palabra a tiempo y fuera de tiempo ya que la humanidad no cree en Dios. Nuestro Señor nos insta a no esconder nuestros talentos y a recordar que fuimos hechos nuevas criaturas (Ez. 11.19). Debemos olvidar el pasado y perdonarnos a nosotros mismos porque esos pensamientos serán utilizados por el enemigo como dardos para detenernos en nuestra misión.

Él quiere mujeres dispuestas a servirle, que no se estanquen y sigan creciendo.

 

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