• 23 de Junio, 2020

Libertad religiosa en Uzbekistán: desafíos aún por superar.

Aunque los cambios recientes en la libertad religiosa en Uzbekistán son prometedores, la realidad es que todavía hay un largo camino por recorrer hasta que los cristianos puedan vivir su fe normalmente.

En las últimas semanas, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la Comisión Internacional de Libertad Religiosa de los Estados Unidos han declarado que los cambios observados recientemente en Uzbekistán muestran un "progreso real bastante prometedor". “Bajo el liderazgo del presidente Shavkat Mirziyoyev, el gobierno ha tomado medidas muy importantes, como detener las redadas en las comunidades religiosas por actividades no registradas. En agosto también se anunció que cerraría la infame prisión de Jaliq, una prisión donde una gran cantidad de los reclusos encarcelados eran presos religiosos. El gobierno incluso ha prometido que revisaría sus leyes religiosas restrictivas ", dijo Tony Perkings, presidente de la comisión.

Sin embargo, son estas leyes religiosas las que ponen nerviosas a algunas personas en Uzbekistán. El gobierno ha anunciado que la nueva legislación será aprobada y efectiva antes de finales de 2020, pero hasta ahora, no se ha presentado ningún texto inicial y no se ha publicado públicamente ningún borrador de la nueva legislación. Al mismo tiempo, una declaración reciente emitida por algunos funcionarios del gobierno implica una nueva ley que no reflejará realmente los cambios que muchas personas esperan. En mayo del año pasado se publicó un borrador revisado del proceso de registro para las entidades religiosas, que muestra que la mayoría de los procedimientos de registro se han vuelto a agregar como están: las comunidades religiosas todavía necesitan la aprobación del estado para existir y operar como entidades religiosas, y el programa debe tener al menos 100 adultos.

Tanto el Departamento de Estado de los Estados Unidos como la Comisión Internacional de Estados Unidos en materia de libertad religiosa han quitado a Uzbekistán de la lista de los peores violadores de los derechos religiosos.
Esta decisión es un tanto prematura según Puertas Abiertas. “El hecho es que los cristianos locales no han experimentado apenas ninguna mejoría al nivel más básico”, comenta Rolf Zeegers, Analista de la Persecución para la unidad de investigación de Puertas Abiertas. “Es cierto que el presidente Mirziyoyev está haciendo todo lo posible para “pulir el país” y “borrar todas las manchas” que el anterior presidente, Islam Karimov, había dejado durante su legislatura. A pesar de todo esto los cristianos aún están siendo vigilados, las restricciones legales aún siguen estando activas, los permisos de registros siguen siendo muy difíciles de conseguir y las redadas a reuniones de carácter religioso sin registrar aún siguen ocurriendo. Por lo tanto, y teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado, creemos que sigue siendo muy pronto para realizar declaraciones objetivas sobre una mejora de gran magnitud en la libertad religiosa de los ciudadanos de Uzbekistán”, comenta

Fuente: www.puertasabiertas.org

 

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