Dos servicios llenos de la presencia de Dios, y palabra de Jehová a través del siervo Clemente Vergara.
El reverendo explicó que en el texto del libro de Josué, que el Señor demanda tres cosas de su pueblo: Temer a Jehová, servirle con integridad y verdad y quitar de en medio de ellos los ídolos.
En primer lugar, la Biblia dice que el principio de toda sabiduría es el temor a Jehová. Este bendito y positivo temor nos lleva a apartarnos de lo malo. Con lo cual debe haber una firme decisión en los hijos de Dios, de negarse a sí mismos y abstenerse de deseos carnales y también de la falsa religiosidad.
En el segundo inciso, servir al Señor con verdad e integridad implica lealtad. Esto nos lleva a examinar cuáles son las motivaciones que nos llevan a servir a Dios.
En el tercer y último apartado, debemos quitar nuestros ídolos, es decir, sea una cosa o persona que ocupe nuestra prioridad antes que Dios debe ser quitado de ahí ya que solo el primer lugar de nuestras vidas y prioridades es para Jesús.
Para concluir, el Rev. Vergara nos expuso que Dios sí quiere bendecirnos, pero Él también quiere nuestra fidelidad.
La predicación de la escuela dominical se trató de una enseñanza basada en el libro de Santiago, explicando algunos principios que se encuentran en los versos 7 al 10 del capítulo 4. En ellos el Rev. Clemente Vergara expuso que Dios nos quiere cerca y que su amor por el mundo es infinito. La Palabra nos enseña un principio, ir al Señor cuando estemos trabajados y cansados. Este cansancio no es de carácter físico, sino espiritual. Hoy en día vemos personas tomando decisiones incorrectas y torpes por estar bajo la depresión, llegando hasta tal punto de escoger el suicidio. Esto pasa porque Cristo no está en sus vidas, y no tienen al Maestro para recurrir a Él en los momentos de agotamiento espiritual.
Prosiguiendo con la enseñanza, el reverendo también nos muestra que para acercarnos a Cristo debemos someternos a Él y resistir al enemigo. El rendirnos al Señor producirá cambios, frutos, en nuestro carácter.
Este proceso nos lleva a conocer y entender más a nuestro Salvador. Como dice la Palabra de Dios, que si en algo debemos procurar alabarnos que sea en conocer y entender al Todopoderoso. Este acercamiento al Señor también nos llevará a sacrificar cosas por amor a Jesucristo.
Para finalizar, si observamos la vida de Jacob, vemos cómo el respaldo de Dios se hace manifiesto en su vida después de que él obedeció la voz de Jehová. Como cuando luchó con el Ángel de Jehová y obtuvo su bendición, o en la reconciliación con su hermano Esaú. Este hombre aprendió a andar al paso de los “niños y los corderos” (Génesis 33:13-14), es decir, a esperar en el tiempo de Dios. Esto le trajo respaldo divino y una confianza de salvación genuina.